sábado, octubre 31

JALOGÜÍN


El Jalogüín es después del Día del niño la celebración más detestable, porque agrupa grandes manadas de niños que bajo el anonimato del disfraz se sienten envalentonados para llevar a cabo las más atroces fechorías y dar de gritos por las calles. Antes enfrentaba estas feroces hordas con estoicismo y un palo. Hoy soy más sabio y más miedoso: les doy dulces que compro a irrisorios precios en Waldos, esperando que como todo lo demás, sean de bajísima calidad. 

11 comentarios:

D3 & EGOSELF dijo...

Lo repito, dulces de wasabi, despues de probarlos, no les quedaran ganas de probar un dulce en toda su vida XD

An dijo...

El año que viene hare un calabacin de Samaín. Saúdos

Lalo dijo...

bah, no es tan malo, cuando eres adolescente y descubre que es un pretexto perfecto para embriagarse

pero eso si, los niños disfrazados son basura. mas en mi colonia tercermundista donde en lugar de pedir dulces piden limosna para que sobreviva toda la familia.

ge zeta dijo...

Sí. Odio de verdad a los malditos niños que andan pidiendo "pa' su calaverita", por las calles.

Hoy que estuve en el DF -en el centro- me encontré a miles. Detesto eso.

Pesadilla dijo...

Es parte de una conspiración, las multinacionales han puesto jaloproteína en los dulces de waldos para que este año se enfermen, pero el siguiente estén listos para halloween, y como tu los viste malos, regresaras a comprar los chingados dulces y ellos se harán ricos

Nemheim dijo...

Shiaa! yo si compre 2 KG de dulces sonrics para los disfrazados no es tan malo

Dr. Dulcamara dijo...

Jajaja a eso es a lo que llamo una venganza cruel.

Saludos

Unknown dijo...

A mi me da envidia, yo quiero ser nina otra vez, pero a mi no me dejaban salir A NADA.

La ingeniero dijo...

jajjaaj lo confieso, me gusto mucho su calabasita de jaloguin y odio que los escuincles me pidan dinero y como nunca les doy siempre salgo con mentadas de madre jaja

saluos

El Ángel Caído dijo...

Ya sé. Lo bueno es que estos niños no son como los de mis tiempos, cuando a la menor provocación vandalizábamos los bienes de los desafortunados tacaños que optaban por no darnos nada.

Unknown dijo...

Placer perverso. Bueno para la salud mental, aunque nadie lo quiera admitir.

=)