Muchas veces he oído decir que "de buenos propósitos está empedrado el camino del infierno". No sé para qué alguien se molestaría en empedrar la vía que va al averno, sobre todo cuando todos sabemos que no hay nada peor que una calle pavimentada con baches. Misterios teológicos.
El caso es que tener buenos propósitos es malísimo. Por eso hay que evitarlos y asumir que lo que uno hace mal lo hará mal hasta que se muera. En esa sencilla filosofía se ha basado el desarrollo de las grandes culturas, como la maya, la sumeria y la fenicia. Hoy felizmente extintas.
3 comentarios:
changos, eso me pasa casi cada semana... pero seguro que mañana empiezo a despertarme mas temprano!
Lo que debería conducir al infierno son las buenas intenciones de quienes quieren influir en nuestros buenos propósitos.
Ha ha ha
a mi por eso me gusta levantarme bien temprano, para estar mas tiempo despierto sin tener que hacer
je je je
xhaludos!
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