viernes, agosto 21

FRUTAS ROJAS

Según la nueva psicóloga, mi obsesión con los conejos rosas se debe a la falta de una hormona que segrega una glándula de nombre cómico pero huidizo. Propuso como solución la ingesta copiosa de frutas rojas y de semillas oleaginosas.

No obstante me advirtió que mi obsesión con otros animales fantásticos, con los radios de AM y con las rodillas de las mujeres de ciertas etnias no se debe a la ausencia de la misma hormona, ni a la ausencia de hormona alguna, sino a profundos trastornos psicológicos causados por el contacto prolongado con comediantes de carpa durante mi infancia.

Promete que la recuperación será lenta y dolorosa para mí y jocosa y redituable para ella.

Me regaló una bolsa de cerezas.

Parece que han comenzado a surtir efecto.



6 comentarios:

El Tipo dijo...

Tu fascinación por los conejos rosas da para bastante...

Definitivamente todo un artista conceptual de las alucinaciones mamiferas peludas cursis...

An dijo...

Meu, tu puedes lograrlo y luego nos imbitas a una paarrillada de conejo rosa. Saúdos

Lata dijo...

Hoy me dio miedo tu conejote.

Lalo dijo...

Quiero un conejo gigante, jajajaj...

Etienne dijo...

Jelou, le di un premio a tu blog porque me gusta leerlo. Solo que el premio viene acompañado de una tarea, tienes que contestar 10 cosas sobre ti en tu blog. Puedes checar los datos en mi blog si te late hacerlo ;)

http://blog.rancdesign.com/

bike.

Felipe dijo...

Como anunciaba a gritos la ñora del comedor de Canal Once: "¡Huevos con ejote!"