DÍA DEL NIÑO (HÉROE)

Debido a la ya por todos conocida epidemia de imbecilidad que azota a nuestro ya de por sí azotado terruño, me abstendré de poustiar nada relacionado con el virus de la Influencia Porcina (como atinadamente lo llaman TODOS los genios que trabajan en los medios de comunicación).

Esta es la imagen que encontrarán los
extraterrestres cuando dentro de muchos
años lleguen a México y descubran
que el mundo se acabó por una gripa
producto del sexo ilícito con ganado porcino.

Detalle (detallazo).

Esa es la razón por la que no poustiaré nada relacionado con el virus (aunque se me han ocurrido una multitud de gracejadas que han sido las delicias de todo el que las ha oído), y abordaré mejor un tema más importante:

El Día del Niño

Todos deberíamos celebrar el Día del niño Dando una paliza al mocoso malcriado que nos quede más a la mano. Desafortunadamente las absurdas y retrógradas leyes mexicanas nos lo impiden, así que conformémonos con conmemorarlo recordando los juguetes con los que los niños héroes festejaban este execrable día.
(Sorry, pero hay que picarle para poder leer; es que el formato no era pa' güeb y me dio ídem adaptarlo).