NUEVA IZQUIERDA LATINOAMERICANA 1

Profeso una admiración casi patológica hacia los líderes latinoamericanos de izquierda. Me dan muchísima ternurita y si algún empresario innovador decidiera hacer sus muñequitos de peluche, yo los pondría a todos sobre mi cama junto a Winnie Pooh y a Hello Kitty.

Es por este cariño desmedido que me da muchísimo coraje que los “periodistas” aprovechen la más mínima debacle económica, la más nimia crisis social, la más intrascendente masacre para criticar a estos gobernantes combativos y enjundiosos. Creo que estos incisivos ataques se deben básicamente a que los “periodistas” no entienden las ideas de estos grandes hombres. Y esta incomprensión tiene dos motivos fundamentales:

1. Que todos estos líderes tienen un grave problema de dicción y un vocabulario muy limitado, lo que dificulta la expresión de las ideas.
2. Que no tienen ideas.

Pero hay otra poderosa razón por la que los “periodistas” critican a estos hombres ejemplares: tienen muy mala imagen (los líderes, no los “periodistas” (aunque también, pero a quién le importa)).

Es por eso que aquí propongo algunas alternativas sencillas y rápidas para hacer su imagen más contemporánea y atractiva.

EVO MORALES

Evo es presidente de aquel país tan bonito con llamas y suéteres bordados; y como cualquiera puede percibir, no es precisamente el tipo de gente con quien veríamos a Paris Hilton salir de una disco en París.

Pero tampoco tiene que ser un modelo de pasarela para resultar menos insultante a la vista; basta un poco de ingenio y aprovechar sus ventajas. ¿Cuáles ventajas?, se preguntarán sorprendidos mirando la foto. El nombre, por supuesto. Con un pequeñísimo cambio…

EVO MORALES

se transforma en:

EMO MORALES

Ajustamos el peinado y matizamos un poco esa sonrisa de vendedor de aguas frescas…

…¡Y ya está! A aprovechar la moda y a volverse popular.


HUGO CHÁVEZ



Cualquiera pensaría que el recurso Emo funciona a la perfección con Evo, pero no con alguien con el perfil (y el frente y los tres cuartos) del presidente de Venezuela. Es cierto. Pero nada es imposible para el líder que afirma que no le gusta que digan que su gobierno es de izquierda porque difícilmente califica como gobierno y porque aún tiene dificultades para distinguir la derecha de la izquierda (los lados, no las corrientes políticas).

¡Ahí está! Unas sencillas intervenciones quirúrgicas para deshacerse del peso de más (que sirva de algo el petróleo venezolano) y en lugar del simiesco militar que tanto molesta a los “periodistas” tenemos un simiesco emo que molesta hasta a los emos. Pero por lo menos se ve moderno.

La próxima semana analizaremos el caso de los líderes revolucionarios mexicanos.


Nota a los “periodistas”: seguiré usando las comillas hasta que cesen los ataques contra los líderes latinoamericanos (o hasta que me contraten en algún periódico).


Postdata:
Métanse al tuíter. Se pierde muchísimo tiempo y está casi tan estupídisimo como el feisbuk, el maispeis, el jafaib y todas esas ondas. Píquenle aquí al lado o al link en azulito. Le dicen a quien les abra que van de mi parte.